Blue Bird es el último disco de
Virginia Maestro, que salió al mercado el pasado 16 de octubre, tanto en físico como en plataformas digitales. Este trabajo,
financiado mediante crowdfunding, es una vía de escape para Virginia, un desahogo necesario que ha tenido como resultado once canciones con las que la cantante se renueva, llena de una nueva vitalidad. Vamos a escucharlo.
El primer tema se llama The best y es quizá uno de los mejores temas del disco. También es una forma genial de empezar, con mucho ritmo, una melodía pegadiza, un trabajo instrumental de lo más elaborado y una voz brillante con magníficos agudos. Vamos, una joya. El disco empieza fuerte. Ojalá siga así.
El segundo tema es
Make it all right, el single del disco (
cuyo videoclip podéis ver aquí). Es una canción pegadiza y muy sesentera, con esas trompetas y esos coros femeninos tan característicos de estilos como el soul o el blues. Es, sin duda, un tema perfecto para funcionar como single, pues va muy acorde con todo lo que vamos a escuchar en el disco y sigue la esencia de
Night & Day, el anterior disco de Virginia. Un track cargado de buen rollo.
Here I go es uno de los temas más countrys del disco y supone una declaración de intenciones en toda regla. Brillantes las guitarras, que le dan al tema un toque de ritmos pausados y cargados, una atmósfera más oscura que la de los dos temas anteriores, pero que funciona de maravilla.
Ese ritmo pausado se mantiene en Loneliness (Found), un tema que podríamos calificar como pop, una melodía triste quizás, muy acorde con la letra. Hablamos de corazones rotos y la letra pedía un ambiente así: melancolía y belleza son las palabras que podrían calificar este tema a la soledad.
Nothing parece un punto de inflexión en el disco. La voz de Virginia vuelve a sobresalir por encima de una instrumentación cargada de bajos y ritmos lentos. Es algo diferente, lo que hace de este tema una canción que llama la atención. Nos encontramos con un solo de guitarra muy bluesero que transmite muchísimo y remarca la voz y la letra. ¿Nada? En realidad esta canción es muchísimo.
Volvemos al buen rollo con Alive, una canción de amor preciosa con una melodía que recuerda a trabajos anteriores de Virginia. El piano marca la diferencia, haciendo que esta canción no se quede floja, pues la verdad es que no es uno de los temas más fuertes del disco al quedarse a medias entre los más enérgicos y los más pausados.
Places es uno de mis temas favoritos del disco. La guitarra acústica suena sobre un sonido de un riachuelo, entra la voz de Virginia, suave, dulce, triste, recordando a alguien que ya no está. Poco a poco la canción va cogiendo cuerpo a medida que se van añadiendo los instrumentos. El estribillo es dulce y triste, una mezcla maravillosa. Este es, sin duda, el tema más intimista de Blue Bird. No sé, ese take me to the places where you've been no se me va de la cabeza.
Vuelven los pianos en Please. Los pianos y todo lo demás. Una canción que me ha parecido bastante graciosa, curiosa, pues la letra merece la pena. Parece una llamada de atención, animada y divertida, a un hombre que se está acercando demasiado a nivel romántico. Algo así como un "¡quieto parao!, que yo no siento lo mismo". Pegadiza y muy enérgica.
En You've got a hold on me volvemos a los ritmos más lentos en las estrofas y enérgicos en el estribillo. Quizá, como ocurre con Alive, nos puede saber a poco, pero es un tema que funciona, con unos coros interesantes al final.
On and on es otro de mis favoritos, pues entra a la primera y se queda en la mente y el corazón para siempre. Es una canción lenta y dulce, sin pretensiones. Creo que funciona genial como penúltimo corte del disco, bajando el ritmo, calmándonos para el tema final.
Y ya se acaba. Demasiado rápido. Candy Conditions es un auténtico temazo. Country con ganas y muchísima energía, un estribillo brutal, pegadizo como ninguno y, en definitiva, un candidato perfecto para el segundo single del disco. Una manera genial de terminar el disco. A tope de energía y dejándonos con ganas de más.
Redacción: Quike D-B