jueves, 2 de junio de 2016

Crónica: Así fue el Sandevid Festival

La Casa Encendida acogió ayer el Sandevid Festival, un festival con cuatro bandas independientes que hicieron de la velada una auténtica fiesta difícil de olvidar.

Los primeros en subir al escenario fueron Fizzy Soup, una banda formada por Sonia y Javi -que iban acompañados por un bajista-teclista y un batería-. Ellos dieron el pistoletazo de salida de la noche, haciendo un verdadero espectáculo de rock, folk y buen rollo. A pesar de tener algún problema técnico al principio (no se escuchaban los micrófonos durante los primeros segundos), lo dieron todo en el escenario. Brutal la forma en que se combinan las voces de Sonia y Javi, y la energía que desprende él a la guitarra es incomparable. Nos hicieron bailar y disfrutar del comienzo de una gran fiesta con temas como FAR, que en directo es un viaje sonoro a cualquier parte.

Gole Yaika fueron los siguientes en subir al escenario del Sandevid Festival. Hicieron un repaso de canciones de su último trabajo, Chroma, como Herida Perfecta, y de temas del anterior EP, Namibia, como Infimo. Se nota que la banda disfruta en el escenario, aportando mucha energía y electricidad al ambiente. Demostraron que el directo es su punto fuerte.

Llegó el turno de Taiacore, un magnífico descubrimiento. Marta Tai y Vincenzo Tancorre son capaces de tocar verdaderos temazos a voz y guitarra, de hacer bailar al público al son de sus curiosas canciones. La impresionante voz de Marta y los acompañamientos perfectos de la guitarra de Vincenzo hacen que Taiacore se haya convertido en uno de nuestros imprescindibles. Y es que pudimos ver un concierto genial donde el talento de este dúo llenó el recinto y en el que ellos lo dieron todo en el escenario con ese folk tan característico que tienen. Bueno, en el escenario y entre el público, ya que Marta bajó del escenario durante una de las canciones para cantar entre los asistentes del festival.

Mamita Papaya fueron los encargados de poner la guinda al pastel del Sandevid Festival. Alternando guitarras acústicas y eléctricas y con el acompañamiento del imprescindible ukelele, esta banda afincada en Madrid mostró que se puede hacer música "tropical" con mucha caña. Su estilo mezcla rock con folk, reggae o flamenco y consigue un sonido con mucha personalidad. En el escenario se lo pasan como niños y pudimos comprobar que todo el público disfrutó de lo lindo de su música. 

Además (dato aparte), tuve la suerte de conocer el proyecto Muser, una plataforma online que pretende cambiar las reglas de la industria musical. Es un proyecto de lo más interesante, con muy buena pinta, así que os invito a que os paséis por su web y pidáis una invitación, pues pronto estará disponible.

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